El plácido pase terminó, el duro bosque apareció.

por kyniko

El idilio de parte de la ciudadanía catalana con el movimiento «transversal» había provocado que todo el mundo olvidase algo tan certero como lo sucedido en 2014, donde Madrid y Barcelona actuaron de igual manera frente a las revueltas que exigían un cambio de un sistema decadente y corrupto. Lo que hoy padecen aquellos que fueron instados a «presionar» en la calle es lo mismo que sufrieron de sus «amigos transversales» hace cuatro años.

Entiendo la ilusión, comprendo la enajenación mental que provoca un ideal. Yo fui el primero que veía con imposible de frenar la independencia, pero cada vez más parece un camino mucho más largo y tortuoso de lo que se vislumbraba al comienzo. Y es que el tiempo impacienta y aquellos/as que se movían dándole flores a los mossos, hoy lo hacen nerviosos, inquietos ante una república que no viene, que no aparece, y pasa el tiempo, y ha pasado un año y de la República no hay nada, salvo su gente. Que muchos dirán que con la gente basta, pero no es la Edad Media donde cualquier estado podía surgir de cierta voluntad política, refuerzo militar y gente; En un mundo lleno de estados la independencia no es sólo gente, son instituciones por hacer, moneda, un ejército, una policía, suministros, un seguro de funcionarios y funcionarias que permitan agilizar una burocracia que no tendrá fin durante su «nacimiento»; Nada de eso hay. Ni un sólo movimiento real hacia una República, ni un sólo interés de crear una nueva moneda, de comenzar a construir instituciones independientes, en vez de eso, un discurso repetido y la ilusión de millones.

No soy amigo del marxismo, ningún anarquista puede serlo, pero si algo te enseñaron es que el concepto «internacional» no estaba ahí puesto al azar. La idea implícita de que no es una cuestión de fronteras o banderas sino de clases no era un capricho, sino una necesidad. Sólo hay una bandera que abrazar, la bandera negra anarquista y sólo hay una patria que amar, aquella que no tiene fronteras y que aboga por el empoderamiento de los que menos tienen y la disminución de la desigualdad entre clases. Y eso no se consigue con un discurso xenófobo, ni con una bandera, los himnos, los símbolos ayudan, ya lo escribí antes, pero si hablan los de arriba, callan los de abajo.

Lo cierto es que da para estudio, igual es que el capitalismo hizo bien su trabajo y ha aburguesado tanto a los obreros que de alguna forma abrazamos sus preceptos MORALES, aunque ideológicamente nos creamos ajenos al capitalismo. Y es lo que yo digo, no hay ni un sólo ateo en el mundo postmoderno, porque todos los cerdos ateos niegan a Dios, pero siguen sus putas normas morales sobre el bien y el mal. La sociedad antes era analfabeta, ahora tiene acceso a la educación y se ha vuelto infantil. Los sacrificios de la educación universal han sido la pseudo-intelectualidad y la infantilización de la sociedad, más preocupada por el que dirán que por lo que sucede, ¿los beneficios? Los beneficios se los han zampado un puñado de multinacionales que han usado tu capacidad para leer y escribir como herramienta para convertirte en un producto, para venderte un producto y para que seas un esclavo voluntarioso.

A quienes creían en una independencia de las flores y sonrisas, transversal y horizontal, olvidaron quienes gobernaban. Llevar ropa cara no dice el tipo de persona que eres, pero denota ciertas actitudes subconscientes que dejan claro dónde estás en el engranaje.

La primera vez me engañaron, la segunda vez fui demasiado indulgente, la tercera vez que lo hicieron fui un estúpido.